por la excepción ibérica

El chollo de Francia con Sánchez: admite que cerró centrales de gas para comprar luz barata en España

Francia admite que cerró centrales de gas para comprar luz barata en España
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Carlos Ribagorda

Francia no se esconde. El regulador eléctrico francés, RTE France, admite en su informe anual de 2022 que mantuvo cerradas centrales de ciclo combinado de gas por su alto precio ya que podía comprar electricidad barata en España, gracias a la decisión del Gobierno español de topar el precio del gas utilizado para generar electricidad, la llamada excepción ibérica. El Ejecutivo limitó en junio pasado el precio de este gas a 50 euros por megawatio hora pero Bruselas prohibió que España pudiera vender la electricidad que exportaba a otro precio distinto. Esto ha provocado que, durante meses, los consumidores franceses hayan comprado electricidad barata en España -ellos no han tenido que abonar en su factura la diferencia con el precio real del gas a las gasistas- financiada por los ciudadanos españoles.

Los datos mensuales de demanda y exportación de electricidad que publica Red Eléctrica, regulador español, han puesto negro sobre blanco el incremento de las compras de luz desde Francia a partir de la entrada en vigor del tope al gas, en junio. Pero ahora el regulador francés lo admite en el informa oficial anual.

«Francia se ha convertido en importador neto de electricidad en 2022 con Alemania y Bélgica, como ya ocurría en 2021, y siguió siendo exportador con Italia y Suiza. Por otra parte, se ha importado de Reino Unido y España. En este último caso no sólo se debe a la reducción de la disponibilidad francesa -nucleares-, sino al establecimiento del mecanismo ibérico, limitar el precio del gas para generar electricidad, que ha bajado los precios de la luz frente a otros países europeos», señala el informe.

Y continúa: «Así, dentro de los límites de las capacidades de intercambio disponible, la producción eléctrica española, que es más barata, se utilizó como prioridad antes que poner en marcha las centrales eléctricas que tenían un mayor coste». En definitiva, los franceses compraron electricidad en España y mantuvieron sus centrales apagadas porque eran más caras.

Baja el gas

Francia ha estado comprando electricidad en España durante los meses en los que el gas ha estado más caro, y ha dejado de hacerlo cuando esta energía ha bajado de precio y la excepción ibérica ha dejado de ser efectiva por la caída del precio del gas en los mercados internacionales.

Esta es precisamente la denuncia que ha hecho la oposición política a Sánchez. El PP llegó a cifrar en 1.200 millones de euros el coste para los españoles de subvencionar la electricidad a los franceses.

Además, la otra consecuencia negativa de la imposición de este mecanismo ibérico es que, aunque ha rebajado el precio de la electricidad que pagan los consumidores españoles que están en el mercado regulado, ha disparado el importe de la factura de los que están en el mercado libre, ya que éstos no podían beneficiarse de la bajada del precio en el pool pero sí tenían que abonar la compensación a las gasistas.

Por su parte, el Gobierno ha cifrado en 4.960 millones de euros el ahorro para los consumidores españoles de la puesta en marcha de esta excepción ibérica, que finalmente se aplicó en toda Europa pero a un precio muy superior, 180 €/MWh -en la práctica no se ha aplicado-.

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